Una de las características destacadas del Squidlock es su diseño compacto y ergonómico, que facilita su instalación debajo del manillar. Esta ubicación permite al ciclista operar las palancas sin necesidad de mover las manos del manillar, mejorando la seguridad y la comodidad durante la conducción. Además, el Squidlock integra en un solo mando los mecanismos para controlar tanto la suspensión como la tija telescópica, proporcionando una solución limpia y funcional.
El sistema incorpora ajustes de tensión inteligentes que eliminan la necesidad de reguladores de tensión externos. Esto se logra mediante pequeños tornillos situados dentro del sistema de cables, reduciendo el peso y las complicaciones innecesarias.
El Squidlock es compatible con cualquier bicicleta equipada con una suspensión de tres posiciones y bloqueo remoto, lo que lo convierte en una opción versátil para diversos modelos. Su construcción robusta y ligera, sin cables ni carcasas de plástico, asegura durabilidad y resistencia al paso del tiempo.